Baño en lo alto

En este proyecto abordamos la creación de un cuarto de baño en un espacio clásico de las casas de los barrios históricos, en este caso en el Casco Viejo de Bilbao. Un último piso, al que se llega tras una dura ascensión por una escalera serpenteante. En su interior las vigas de roble juegan a las cuatro esquinas. Una de ellas se yergue en el baño, de cuatro metros cuadrados. La luz entra a raudales por una generosa ventana que otea el horizonte sin descanso, y dota a la estancia de un ambiente íntimo, bohemio con algún toque melancólico. En el diseño se optó por la simpleza y limpieza de líneas, reduciendo todo a la mínima expresión, a lo esencial. Techo negro, paredes en paneles del mismo color que se repetirá en el granito elegido para el suelo de la ducha. Azulejo liso blanco que se extiende a los sanitarios, al armario -donde los uñeros rompen la monotonía- y al suelo hidráulico, donde el gris y el negro crean una cierta disonancia con su entorno y hacen el eco al techo y a la pared.